Cuando trabajamos con niños con necesidades especiales, tanto la familia como el equipo terapéutico trazamos metas a corto, mediano y largo plazo.
El objetivo final siempre es el mismo, la autonomía de esa persona que está creciendo y merece poder ser en sí misma.
Las primeras salidas al «mundo real» se realizan a los lugares del barrio, la estación de servicio, la verdulería, el banco, etc.
El niño hará intentos de independencia muy acertados como soltarse de la mano, caminar a destiempo, querer ir solo…
Cada lugar será un pequeño gran mundo a investigar y el terapeuta debe dar rienda suelta al deseo del joven. Los padres deben perder el miedo a que su hijo crezca y deben ver los progresos antes que las limitaciones.
El camino es lento, pero seguro.
En varios países del mundo » el modelo de vida independiente» está perfectamente organizado, las leyes, por ejemplo en España, se adaptan a las necesidades individuales de cada familia.
Algunos jóvenes con Síndrome de Down viven en departamentos y están acompañados por amigos (en general estudiantes universitarios de carreras humanísticas) que los ayudan en caso de ser necesario.
En nuestro país, varias asociaciones intentan una aproximación a los modelos europeos pero ninguna de ellas puede lograrlo ya que desde el gobierno no hay políticas sustentables en relación a los más necesitados.
Sos un ser maravilloso. WMB
Gracias por tus palabras.