Con la corrección de diferentes maloclusiones, llevando la posición mandibular a un punto neutro, se mejora el control postural tanto en equilibrio estático como en dinámico.
Controlando la pisada, verificando el calzado y las posturas viciosas mejoramos la mordida, la respiración y el habla.
Investigadores de la Universidad de Málaga afirman que la pisada de un niño se relaciona con su mordida. Los resultados revelan que el 50% de los que manifiestan protrusión de mandíbula o movimiento del maxilar inferior hacia delante, presentan un tipo de pisada hacia adentro (prono).
Verificá el calzado, en verano especialmente.
Consultá a un especialista, siempre.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5959429/